La producción genética que se lleva a cabo es posible gracias al
trabajo que se realiza a diario para mantener a los sementales bajo
las buenas prácticas de producción y sobre todo respetando el
bienestar animal, manejando razas estadounidenses, canadienses y
danesas. Esto permite producir cerdos de alto rendimiento,
teniendo al final una carne de calidad.